jueves, 28 de abril de 2011

viernes, 22 de abril de 2011

martes, 12 de abril de 2011

Crónicas Ucrónicas

"Querida Cipe"


Quien esto escribe, tuvo la fortuna de ser invitado al último ensayo general de "Querida Cipe", dramatización sinfónico-vivencial que repasa la vida y obra de Cipe Lincovsky, con música y guión de Lito Vitale (quien además interpreta el piano) y Lito Nebbia, en voces y shofar.

Nada más atenuarse las luces uno se siente inmediatamente transportado a algún remoto shtetl (pequeño poblado de población mayoritamiante judía) en Polonia, o tal vez Surinam. Nebbia,  alejado ya de ese joven tímido que supo liderar a "Los Gatos" tanto como del experimentalismo proto cyber punk de aquél "Rosariazo" con Baglietto, Garré, Fandermole y Fito Páez; desgrana con nostalgia las raíces de la familia Lincovsky hasta su arribo a las costas bonaerenses, donde recaló el patriarca de la familia, Don Abraham Lincovsky, con sus manos llagadas de trabajar en jornadas interminables falsificando huevos Fabergé.

Estos años y la infancia de Cipe son cantandos en frases, cortas, como pinceladas en una suerte de recitativo, símil aún más notorio por el stacatto de Vitale sobre el Do central del piano, casi a la manera de un bajo continuo.

La obra no se regodea en los años oscuros de la Segunda Guerra sino que salta directamente al año de 1953 y la primera consagración públia de Cipe y los años subsiguientes, en una suerte de vaudeville (resaltando las excelentes piernas de Nebbia en una memorable escena de can can). La complicidad juguetona de Nebbia y Vitale es notoria a medida que los diversos números vodevilescos obligan a un continuo despliegue físico y vocal del rosarino, empujado por el stacatto furioso del de Villa Adelina sobre el Do central del piano.

Ahora las luces se atenúan. Llegan tiempos más tristes, más oscuros. Vitale, siempre genial, deja caer sus dedos como lágrimas sobre el teclado, hilvanando un stacatto sobre el Do central del piano. Nebbia balbucea, estira cada final de verso. El foco este tercer acto es la apasionada relación amorosa entre Cipe y el mítico jugador de Boca: Sergio "La Larva" Saturno. La tristeza es infinita.

Silencio. Oscuridad. Y una solitaria nota: un Do central del piano.

Cuarto acto. Llega el final feliz. Los años de gloria y fama internacional. Cipe artista de culto en Lorengau, capital de las Islas del Almirantazgo en Papúa Nueva Guinea. Nebbia balbucea su yiddish como fuegos artificiales que estallan puntuados por un stacatto de Vitale sobre el Do central del piano. Vibran los primeros versos de "Primero se llevaron la casatta, pero a mí no me importó, porque yo no como casatta...", malamente atribuídos a Brecht.
El público estalla en aplausos, salta sobre el escenario, rompe el alambrado y se roba la remera de Nebbia con la leyenda "Cambio Cerveza 3/4 por 1/4 con vos".

Salgo corriendo en medio del pandemónium. Afuera hay autos dados vuelta e incendiados. Un grupo de francotiradores hostiga a las fuerzas del orden. La zona no será retomada hasta bien entrado el día siguiente.

Marcando el ritmo como un tambor marcial en medio de la asonada, se escucha débilmente, proveniente del teatro en llamas, un stacatto sobre el Do central del piano.

("Querida Cipe" se presentará todos los lunes de Cuaresma en el teatro "Marcos Zucker", Pasaje Arnaldo André 5201, Palermo Tronco, Buenos Aires. Estreno 2012)