La bronca, el enojo, la frustración. Todos inclinan su cerviz ante una buena poesía. Es difícil encontrar buena poesía. Cualquier idiota con un vocabulario mayor al de un niño de 5 años puede escribirla. La rima libre sirve bien en estos casos (ya hice un ejemplo en mi fenecido blog anterior, pero aquí va otro):
La nieve, frío fractal que el postulado parmenidiano desmiente,
flotando, deslizándose por los huecos del smog.
Lluvia ornamental, como millones de arañas que perdieron su tela
Y sin embargo eres la tela misma, con que se tejen los mantos de mis olvidos
Me llevó componerlo exactamente el mismo tiempo que me llevó tipiarlo. Una porquería...y lamentablemente mucha gente escribe así porque es fácil y es una buena manera de conseguir un "wow" (y levantarse minitas)
Si no tenés el vocabulario de un niño de 5 años (o sos consultor de empresas), siempre queda la
opción de la rima consonate y el estilo más naif. Sabina es un buen ejemplo de ese engendro repugnante. El imbécil de Calamaro, otro. Y todos los idiotas de ahora con sus banditas de rock y su look reventé que encima quieren imitar a los dos anteriormente nombrados, cantando cosas así y poniendo voz de "tengo problemitas"
La nieve es blanca y fría
como la sonrisa de tu tía
como sombra al mediodía
como heladera vacía
como el sexo de María
...y así, ad nauseam.
En fin, son pocos los poemas que me gustan. Tengo la sensibilidad de un comisario de la KGB, así que no esperen grandes cosas, pero algunos poemas aquí y allá endulzan la vida, limpian, fijan y dan esplendor.
Comenzamos la sección con un poema que dice más o menos así...(siempre quise usar esa frase)
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